1973 es testigo de un hecho inédito para el fútbol nacional, por primera vez, un equipo chileno alcanza la final de la Copa Libertadores de América, el torneo de clubes más importante del continente. Después de empatar en Buenos Aires y Santiago, Independiente de Avellaneda y Colo Colo definen al monarca del certamen en un electrizante partido en el estadio Centenario de Montevideo.
El cacique de la mano de Luis Alamos llenó de ilusiones a un país entero que parecía detenerse y olvidar todas sus diferencias cada vez que los albos saltaban a la cancha.
Leonel Herrera, fiero zaguero de aquel inolvidable cuadro, revive junto a nosotros algunos momentos claves de aquella campaña en que más de una mano negra jugó en contra del sueño de poder levantar la copa.
Quedó en la boca un amargo sabor de ser los mejores y mirar como otros levantaban la copa, no se grabó el escudo en el trofeo, pero si en el corazón de un país entero.
Esto es VAR, vamos a recordar.
J.C. VERGARA
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